Samuel tendrá tres, cinco o diez doctorados, pero si no tiene palabra y no cumple acuerdos ni compromisos, de nada sirve lo que haya aprendido, si es que lo hizo, en la Universidad, porque se ve que de lo aprendido no le dejó nada de provecho.
Samuel no tiene palabra. Así como dice una cosa, mañana dice otra y sino la próxima semana. El problema nunca han sido sus colaboradores, ni el diseño de su política pública. Han sido las ocurrencias como las de sus videos para redes sociales.
El problema es él como gobernador, porque no tiene oficio para la política, no tiene vocación para el servicio público, no sabe de resposabilidades en la administración pública y su único compromiso es con él mismo, lo demás le sale sobrando pero se aguanta.
Lo que necesita Nuevo León no son los cambios en el gobierno de Samuel, necesita que le hablen con la verdad, se maneje con transparencia y se cumplan compromisos. Sin esos cambios todo seguirá igual en el Nuevo Nuevo León.
Lo que necesita Nuevo León no son los cambios en el gobierno de Samuel, necesita que le hablen con la verdad, se maneje con transparencia y se cumplan compromisos. Sin esos cambios todo seguirá igual en el Nuevo Nuevo León.
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